Carla Meza

El método Montessori considera la educación como una ayuda para la vida, educar no es adiestrar sino acompañar el camino personal de realización. Elegimos entonces, con un compromiso profundo acompañar a los niños y las niñas en el camino de su desarrollo personal. Y surge inmediatamente la pregunta:

¿Cómo acompañamos desde el respeto a las cualidades inherentes de los niños y las niñas y a su personalidad?

Nos hace sentido mirar nuestros propios dolores originados en esta cultura de dominación, en la cual no hemos recibido el cobijo que según nuestro diseño humano hemos necesitado. Desde el mirarnos desde el niño o la niña que hemos sido podemos mirar amorosamente a los niños y las niñas con quienes compartimos a diario este espacio educativo.

Sabemos que llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, al que debemos dar cabida para acompañar a las nuevas generaciones.

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